miércoles, 27 de noviembre de 2013

Autocrítica




El otro día meditaba sobre el problema de la corrupción en España: los que se han llevado el dinero, los banqueros, los que se han apropiado de empresas públicas, los prevaricadores, los que han abusado de su poder o posición para robar un poco más... Y pensaba que si todos ellos devolvieran lo que se han llevado, aquello de lo que se han apropiado de forma ilegítima, todos esos millones, esas empresas, esas fincas recalificadas, los ahorros de los abuelos... pero también los folios sustraídos del despacho, las grapas de la oficina, los medicamentos de la clínica, las tizas de clase, los tubos del laboratorio, los platos del restaurante, el balón del gimnasio... si repentinamente todos devolviéramos a la vez las cosas que hemos sisado, así como al descuido.... ¡nadaríamos en la abundancia!
Obviamente no toda acción tiene el mismo impacto, ni las pequeñas sustracciones justifican los grandes desfalcos, pero esa manera de actuar forma parte del funcionamiento anormal de una sociedad que debería plantearse un poco más de autocrítica.


4 comentarios:

jose luis calle dijo...

hola guapa. Estoy de acuerdo con lo de la autocrítica pero si se ha robado tal y como dices (y no refiero a los clips o los rotus sino robar a manos llenas)es porque era y es en las democracias occidentales una parte fundamental de su funcionamiento. El robo, el soborno, el mirar para otro lado es clave y pieza fundamental -aunque suene triste- de nuestra realidad. No es una cuestión ética individual, que también, sino un modelo social que lo exige y lo fomenta. Sólo en momentos de crisis la maldad está mal vista. Te recomiendo, si me permites, la lectura de una pequeña fábula "la fábula de las abejas" de B. Mandeville, ya en el siglo de las luces se sabia que el crecimiento social exige la corrupción como uno de sus engranajes principales. Si queremos una sociedad justa tenemos que ser más pobres de lo que somos o mejor y dicho en marxista hacer un reparto real de la riqueza. No creo que la gente esté dispuesta a ello.

Un abrazo.

la Carmenchu dijo...

Totalmente conforme tía... eso mismo pensé yo cuando este verano me dijeron que si pagaba con tarjeta tenía que pagar el iva (100 + 25) y que si lo daba en mano no (100) y adivina cuál fue la opción que cogí... pues eso...

lo peor es que no tenemos consciencia de estar haciendo algo INCORRECTO

hace poco un amigo me dijo que iba a dejar el trabajo y regresar a su país... y yo le pregunté si le iban a arreglar el paro... y él, que no es de aquí, se sorprendió un huevo diciéndome: a ver, me voy y este país está medio arruinado!!! Dime si conocemos a alguien así...

Gente que compra un piso de protección oficial y tiene un bmw aparcado en el garaje, o que pide ayudas estatales -libros...- para todo menos para eso...

Kayele dijo...

Jose Luis, gracias por el comentario; viniendo de un señor Filósofo y Poeta, con todas las letras, tomo nota de la recomendación y ya tengo la fábula en mi poder; en cuanto pueda la leo.

Supongo que al teorizar se pueden encontrar muchas explicaciones de cómo funciona la realidad; yo quería apuntar a una de esas explicaciones.
Si nos acercamos al estudio de la actualidad desde el sentido práctico, había un estudio que trataba de encontrar los motivos por los cuáles las democracias del norte de Europa eran de mejor calidad que, por ejemplo, la española; y citaron estos tres: un sistema democrático representativo, un sistema judicial rápido y eficiente, y un bajo nivel de corrupción.
Siento no poder citar fuentes, porque no me acuerdo, pero lo escuché en algún documental y se me quedó grabado; lo encontré muy coherente.

Creo que la corrupción participa activamente en el declive de cualquier civilización y que la Historia lo demuestra. De hecho, creo que estamos en un momento de declive de nuestra propia civilización en estos momentos.

Y la gente... el problema es que la mayoría no está siquiera dispuesta a salirse de su ombligo. Veremos qué nos depara el futuro.

Un abrazo!

Kayele dijo...

Carmenchu... te echaba de menos :)

Lo más importante es que no hay que caer en echarle la culpa a los pequeños hurtos; yo sigo pensando que son los grandes desfalcos y los piratas de guante blanco los responsables de cómo tenemos el país ahora mismo.
Sólo quería apuntar a que da la impresión de que "cualquiera en el lugar de esos tipos hubiera hecho lo mismo", puesto que todos parecemos funcionar igual, incluso en las pequeñas cosas: cambia la dimensión.
Y eso dice mucho de nosotros como sociedad, como personas; y eso explica mucho de cómo funciona España, nuestro bajo nivel de exigencia para con los responsables, nuestra tolerancia a la piratería en su sentido más amplio.
Y es cultural, porque no, no en todas partes ocurre así.