jueves, 2 de octubre de 2008

Mares bravos, mares tranquilos


Música: Ys (Alan Stivell, Renaissance de la Harpe Celtique, 1972)





Cuerdas de arpa
                       y el sonido del mar
y más silencio...

desfallecer
              o remar
o huir nadando.

La luna
                  y su reflejo
y las estrellas...

despegar
           o bogar
y pedir cien brazos,
cien para una sola orilla,
una misma palabra,
una idea que se inclina
sobre el límpido oleaje.

Y el viento
                      y el olor
y la caricia del agua...

Resollar
                 o descansar
o acuchillarse en la ola más violenta.


Kayele
(Sin Noticias de la Carne)

***



(NIÑEZ)

Tengo restos en las manos
de arenilla fina
que cogí en la playa
aquel anochecer cansado
en que el mar rebosaba
de estrellas,
y reverberaba la blanca espuma,
a lo lejos...
donde se perdía la mirada
del corazón
y el sonido era sordo
pero vivo
y venía rampante
con la brisa salobre...

Una caricia amable.

Un beso en el oído...

Todavía podía ver
con los ojos cerrados.


Kayele 
(Verde Crisálida, IX)



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