domingo, 1 de junio de 2008

El Amable Ingrato (I)


Fotografía: Jorge Panizo



Me he descubierto, de nuevo,
mirándote;
porque me enajena tu mágico perfil
no puedo pararme.
Porque tu cintura es perfecta
me embelesa todo su movimiento,
y quiero bailar al ritmo indiferente
de tu sonrisa.

Estrella,
caminas con la holgura del felino
que se sabe libre,
yo como el felino que persigue esa libertad,
que aprende una ruta extraña.

Ambos viajamos en un lugar
vacío de palabras,
nuestros pasajes siempre diferentes;
yo no me engaño,
no te miento;
sólo los niños juegan tanto
a la misma palabra,
tienen la imaginación a su alcance;
saben qué quieren.

No puedo pararme,
el curso de los objetos
me trae la sensación del abandono,
de la entrega.
Aunque no parezca...
me ha paralizado el miedo.


Kayele 
(Almizcle de Hombre, XVII)

***



Podría ofrecer
parte de mi ropa vieja,
donde oculto mi sentido,
el mínimo de encanto
que poseo en el atuendo.

Podría ofrecerme
sin atuendo,
como carne pasada de fecha,
desaliñada,
una estancia amable
de pellejo oscuro y cansado.

Podría ofrecer
la pólvora del sueño,
la vida de ilusión
que guardo vestida de ultraje,
decapitada por partes,
dispersa en islas de viento.

Podría ofrecer
la eternidad
escrita en esqueleto,
partida en códices extraños,
completa,
en su significado más grosero,
unánime.

O podría ofrecerte...
nada,
mi yo indefinido,
la aventura en sí,
lo más claro y digno que tengo,
el barranco de las preguntas,
el abismo de la duda,
el humo... y todo lo incierto.


Kayele 
(Almizcle de Hombre, XVI)

2 comentarios:

Milton Malone dijo...

Me gustan, me gustan sobre todo algunos, muchos, versos, me gusta que no caigas en sentimentalismos y sigas tu camino (tu poesía es muy racional). Pero es que a mí me gustan tantas cosas...

Kayele dijo...

Gracias Milton, me alegra y halaga que entre tantas cosa maravillosas también te gusten mis versos.

Racional... eso no me lo esperaba; bueno, es una opinión.
Ya me explicarás qué significa lo de caer en sentimentalismos.