viernes, 5 de febrero de 2010

Aprendiendo a amar

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En sintonía con otro post publicado hace tiempo, Aprendiendo a ser felices, me animo a presentarte la segunda aventura de Eduard Punset, ese hombre que más de un@ quisiera como abuelo: El viaje al amor. Las nuevas claves científicas.



Con su candidez y templanza habitual, el autor nos presenta un escaparate con los últimos avances en lo que se refiere a la comprensión científica del amor como impulso, como emoción y como vivencia.

He querido recoger algunos fragmentos que me llamaron especialmente la atención o que resultaban especialmente reveladores. Después, la ecuación del Amor tal como la formula el propio Eduard.


“Los genes determinan los potenciales y probabilidades, pero no siempre el destino. Si sirve de consuelo, esto último corre a cargo del entorno, que tampoco lo ha elegido el recién nacido”

Naturaleza y medio
Capítulo 1: La lotería genética.

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“Si nuestro sistema celular parece una organización fascista –pensará más de un lector-, se podría entender que nuestra forma de organizarnos socialmente se decante, a veces, por el despotismo, porque responderá a nuestra estructura biológica más íntima. A una conclusión así sólo podría llegarse olvidando un hecho fundamental en la historia de la evolución, que separa nítidamente la estructura molecular de la estructura social. En la búsqueda por conocer el funcionamiento de las otras comunidades andantes de células, se comienza por interiorizar un proceso que desemboca en la conciencia de uno mismo, el nacimiento de la memoria y el poder consiguiente para interferir consciente o inconscientemente en los demás. El nacimiento de la conciencia de uno mismo, la capacidad de intuir lo que piensa y sufre la otra comunidad andante de células y, en definitiva, la inteligencia confieren la capacidad de interferir y trastocar los reflejos puramente biológicos.”

El suicidio celular programado.
Capítulo 2: La Fusión Irrefrenable con el otro.

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“La pasión por fundirse con otro, la necesidad de crear vínculos de apego duraderos; el amor, en definitiva, utiliza unos circuitos disponibles en el cerebro similares a aquellos por los que deambula el impulso sexual.
[…] El descubrimiento clave es la fusión, con o sin sexo.”

“A pesar de las limitaciones de los resultados de experimentos efectuados con personas enamoradas, mediante imágenes por resonancia magnética, es comprobable la tesis según la cual el sentimiento de vínculo afectivo y de apego maternal no es distinto del amor. No parece aceptable, como intentan otros investigadores, distinguir entre estos dos sentimientos. En definitiva, estamos hablando de la función biológica que fusiona a dos individuos creando lazos imborrables.”

Lo que importa es el impulso de fusión con otro organismo.
Capítulo 3: Aprender a copular para dejar de ser clones.

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“Por lo demás, todavía hoy podemos comprobar que las modalidades del habla, como el tono o el timbre de la voz, equivalen a más del 60% del contenido reflejado en una conversación. Cuando dos rostros pretenden expresarse, la mirada absorbe un 70% del esfuerzo. Y en el amor, es imposible enamorarse sin mirar fijamente a los ojos. El lenguaje corporal y el inconsciente son imprescindibles para barruntar lo que está pasando por la cabeza del otro.”

Soportar a los demás nos hace más inteligentes.
Capítulo 4: ¿Por qué somos como somos?

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“En una incursión olvidada e interesantísima por el alma amorosa de los españoles, efectuada siglos después por la escritora británica Nina Epton –concretamente en 1961-, se puede constatar el siguiente retrato que no creo que sorprenda a muchos de mis lectores contemporáneos: 'El español promedio es demasiado orgulloso, demasiado egocéntrico y demasiado intolerante como para poder fundir su personalidad con la de otro ser humano. Un sentido exagerado del honor es un rasgo narcisísta característico de los españoles, que son individualistas y amantes del monólogo. No comprenden o admiten el diálogo y esto complica extraordinariamente la convivencia'.

La cultura del amor en el tiempo y en el espacio.
Capítulo 7: El poder de la imaginación

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“Suele decirse que el lenguaje es traicionero en clara alusión a que no siempre se dice lo que se quiere decir, ni se entiende lo que se quiere transmitir. Decía Miguel de Unamuno que cuando dos personas se encuentran no hay dos, sino seis personas distintas: una es como uno cree que es, otra como el otro le ve y otra como realmente es; esto multiplicado por dos da seis. Una cosa es lo que uno dice, otra lo que el otro entiende que ha dicho y otra lo que realmente se quería decir.”

Un diálogo de sordos que cambió el mundo.
Capítulo 8: Construir un futuro común.

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“Es imposible sobreestimar el alcance de la emoción negativa del desprecio. La antítesis del amor no es el odio, sino el desprecio. En la historia de la evolución, el desprecio implicaba la expulsión de la cueva y, por lo tanto, la muerte segura. Haría falta meditar dos veces antes de profesar desprecio hacia los demás. Es uno de los descubrimientos recientes de los expertos que, en la actualidad, están intentando fabricar los ladrillos con los que diseñar un modelo de gestión emocional para niños y adolescentes.”

El acuerdo final sobre los márgenes de libertad.
Capítulo 8: Construir un futuro común.

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“En la raiz del impulso de fusión y, por lo tanto, del amor no se encuentra –a diferencia de lo que airea la extensa literatura sobre la materia- la necesidad de entrega y sacrificio, sino la de sobrevivir a la soledad y al abandono impuestos por el entorno.
El amor, entendido como instinto de fusión, precede, pues, a la existencia del alma y de la conciencia, al resto de emociones e impulsos, al poder de la imaginación y al desarrollo de la capacidad metafórica, de fabricar herramientas, al lenguaje, el arte y a las primeras sociedades organizadas. Cuando no había nada, ya funcionaba el instinto de fusión con otros organismos. Ya existía la prefiguración del amor moderno.”

La lotería genética.
Capítulo 11: Conclusiones.


El Viaje al Amor. Las nuevas claves científicas. (2007)
Eduard Punset.




La ecuación para determinar la capacidad de amar (A) de un invividuo quedaría como sigue:

A=(a+i+x)*k

a: El apego seguro. Esto se refiere a las condiciones en las que se ha sido criad@, si se contó con el afecto maternal, si se tuvo escolarización. La seguridad, la búsqueda del amor del resto del mundo.
"La primera componente es el juego negociado del amor entre la madre y el niño. Del resultado de este juego depende, básicamente, el sentimiento de autoestima del futuro adolescente".



i: "Las decisiones viculadas a la inversión parental o familiar son, sin lugar a dudas, la segunda categoría de comportamientos que perfilan la capacidad de amar [...]". Se trata de medir el esfuerzo encaminado a "La fusión de la pareja" y "La construcción del nido", así como a la capacidad de "negociar los márgenes de libertad de cada individuo".

x: Capacidad de resistencia metabólica y sexualidad. Esto tiene que ver "con la vida emotiva del individuo, su nivel de resistencia biológica, psicológica o su entereza [...]. Si un miembro de la pareja alberga un mínimo de desprecio hacia el otro, el amor no tiene cabida". También tiene algo que ver con este aspecto emocional, el grado de estabilidad de los flujos hormonales.

k: El entorno institucional. Se refiere a si la sociedad en la que se vive favorece y garantiza el desarrollo emocional y protección social suficiente como para favorecer o impedir la formación de vínculos afectivos duraderos. Es importante notar que este es un factor que puede anular por completo la capacidad de amar del individuo, independientemente del valor asignado a las otras variables (a, i, x).


Hay muchas más cosas en este libro que han despertado mi curiosidad. Te animo a que las descubras tú mism@.



2 comentarios:

helena dijo...

en realidad es a las matematicas a quien deberiamos amar por encima de todas las cosas porque tienen la respuesta a todas las preguntas, sino que se lo pregunten al Sr Sheldom de el libro "Fundacion" de Isaac Assimov

Kayele dijo...

Bueno, eso es porque las matemáticas se desenvuelven en un plano abstracto. Son como un juego. Llévalas a la realidad: son alrededor de dos mil años y sigue sin resolverse la cuadratura del círculo...

Trataré de leer "Fundación".