miércoles, 2 de julio de 2008

Exequias por un bardo



Música: Snow - Loreena McKennit (A Winter Garden, 1995)





Nació, en el alba de nuestras juventudes, en un parque de Leganés, y fue una mezcla desordenada de gustos y haceres. Tenía sangre folklórica pero aires de todas partes, y esa fusión fue la que le dio su carácter. Quería gritar, sentía rabia… por la injusticia, por las desigualdades, por las iniquidades de la sociedad en la que había nacido. Brillaba por su alegría y su desenfado, se mezclaba con l@s desheredad@s. Tuvo voz y la empleó con aplomo para gritar aún más fuerte aquello que detestaba y aquello que veneraba. Se daba baños de sonrisas, de alcohol y de estrellas; como cualquier adolescente no pensaba demasiado en las consecuencias de sus actos y se dejaba arrastrar por la espontaneidad de los momentos.

Aunque no lo parecía, pasito a pasito, fue construyendo su propio mundo, su propia atmósfera, y llegó a encandilar los oídos de much@s melóman@s. Recorrieron lejanas tierras con su cohorte de duendes, llevaron a las playas y las montañas, a bajíos y aldeas, su indefinible música y su extravagancia. Inventaron canciones que ya nunca podrán olvidar; vivieron momentos que no pueden comprarse ni venderse porque anidan en lo más hondo.


Pero… todo lo bueno de esta vida termina en algún momento. El bardo tenía una grave enfermedad que, poco a poco, acababa con su existencia, se lo comía por dentro, como un cáncer, como un lobo… el hastío y el tedio. El desorden nos trajo el kaos… y el kaos nos condujo irremisiblemente a la desidia. La piña se iba desmembrando y cada cual tomaba su camino.
Ocho galos pasaron nueve años dándole vida al bardo repudiado, haciéndole tocar y cantar a la desesperada, hasta la agonía, hasta el agotamiento. Agotamos una idea no sin antes exprimirla a gusto, nos dimos siempre tiempo al tiempo, disfrutamos como enan@s… nos quedarán infinitud de momentos inolvidables, de satisfacciones, de recuerdos… Nunca perdonaremos la muerte de un muchacho inocente, Kamtxaska quedará en nuestras cabezas como una patria lejana, aunque seguiremos sin tierra y clamando por l@s que tienen que pintar el pan; ya nunca olvidaremos que los animales y las plantas deben ser libres; seremos amigos y peregrinos en las tabernas, bailaremos al son de jigas irlandesas; recordaremos que los diablos talibanes son una gente impresentable; cuando tengamos mucha prisa cantaremos un tango y nos perderemos en las arenas del desierto, con Dawit. Seré, sin embargo, discreta con mis amables ingratos, los zalameros de las riberas y los elfos porteños.



Habéis sido más que un grupo, una familia; hemos compartido alegrías y pesares; hemos sabido comprender las diferencias y afrontar las desavenencias; hemos tenido nuestros hoyos de lodo y nuestros momentos de gloria. Lo hemos pasado tan bien… cuantos conciertos, viajes, comilonas, borracheras, abrazos, aplausos… cuanta ilusión pusimos y cuanto entusiasmo.
Parimos un disco que nos precederá a todos, que nos retrotraerá más de una vez al recuerdo. Para mí cada canción es como una hija, cada una es un poema que, de alguna forma, también era para vosotros, galos; por eso estoy tan orgullosa de nuestras canciones como de vosotros, cada uno en su lugar: Txelu, Pablo, Miguel, Santiago, Humberto, Alberto, Pedro… que lo llevasteis hasta el final; Bruno… que puso en esto tanto de su parte; incluso Félix…

Ha sido una experiencia inolvidable, chicos, y aunque me llevo una gran pena en el corazón, la de saber que todo ha terminado, volvería a repetir, podéis tener la clara certeza. Que os llevo en el alma, esa cosa que no existe pero a la que se pegan como lapas las experiencias vividas, las emociones, las risas y las lágrimas. Os voy a extrañar… mucho.
Os deseo toda la suerte del mundo en los caminos que elijáis; espero que este trayecto que hemos realizado junt@s no desaparezca con el viento y os haya aportado grandes enseñanzas para el futuro; que Asurancethurix, el bardo, siga siempre vivo en vosotros. Ante todo… seguid amando la música, perseguid vuestros sueños; esto os traerá hermosas recompensas.

Gracias también a tod@s l@s amig@s que nos apoyasteis y nos disfrutasteis desde el principio, nos disteis vuestro ánimo y vuestro aliento… habría sido imposible sin vosotr@s... y lo sabeis.
¡¡LARGA VIDA AL FOLK!!



Música: The Old Ways - Loreena McKennit (The visit, 1991)





6 comentarios:

la Carmenchu dijo...

"Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, que me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba de la gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo..."

Anónimo dijo...

antes cayó en imperio romano....
hemos disfrutado musomuso

Anónimo dijo...

No preocuparse, chavules, que siempre os quedarán los conciertos conmemorativos, rollo Heroes del Silencio que son los que de verdad dan pasta, jejejeje.

Anónimo dijo...

estoy con la dra. onetti!!ahora un poquillo de gresca pa alimentar la fama...y de aquí a un par de años sus vemos tocando en ortigueira...con cierre honorífico..jajaja..
Lo que daría por otro bailoteo barrial!!!
besako pa tos.

Anónimo dijo...

Txelu me regaló en su día, tras la eutanasia de JQP!, una colección de momentos memorables del grupo. Ésos que te dicen que, aunque haya sido mejor dejarlo, valió la pena. Qué menos que devolverle el favor: Plaza España, Semana(s) Kotxambre, ensetada en Leganés Norte, hecatombe en la fiesta de 'La Moqueta', Palacio de Godoy conmigo encima, Abutarda Rock, ensayos en la Galería Alaska, Guadalajara con Celtas Cortos, recintos feriales, Egaleos... recovecos de nuestra memoria colectiva e individual que nos devuelven por unos segundos aquellas risas, lágrimas, besos, tragos, caladas, bailes, palabras... que quedarán para siempre en nuestras desquiciadas cabezas de urbanitas de extrarradio, y llenarán nuestra boca con un "Joder, ¿te acuerdas de...?" cada vez que los años y la cerveza nos pongan más melancólicos de lo recomendable. Los finales siempre son principios, aunque tardemos tiempo en darnos cuenta. Gracias por cada minuto. ¡Larga vida al bardo!

Kayele dijo...

Gracias a tí, Ketchup, que bonito; y que bien nos lo hemos pasado.

Carmenchu, ahí quedarán en la memoria los esplendores en la hierba (no citaremos el tipo de hierba, jejeje).

Oneti, rompecuellos... tomo nota.

Gracias a tod@s, sois geniales.