viernes, 14 de octubre de 2011

Reflexiones postvacacionales de una indignada

.

De vuelta de vacaciones
.
.
.
La verdad es que necesitaba algo de tiempo para poder digerir la otra realidad; no la de los viajes, que te mantienen pensando dónde ir, cómo llegar, qué visitar, qué comer o dónde dormir, anonadada por todas las cosas nuevas y diferentes que perciben tus sentidos... y te mantienen, en cierto modo, en el más absoluto ostracismo... rodeada de personas que hablan otra lengua muy diferente y sin tener acceso a tus canales habituales de comunicación. Como estar en una nebulosa, como un dulce sueño...

Al final regresas y tienes que volver a recordar...

Recuerdas que algo se mueve... una ola de inconformismo que recorre el planeta; lo percibo; lo siento; está en el aire; se deja notar. Puede que no seamos todos... pero somos muchos los que queremos un cambio de hondo calado. Hay un grito que se une en una sola voz por un mundo mejor.

Suena poético: un mundo mejor. Pero no me cansaré de repetirlo: mejor, sí, mejor cada día, más justo, más honesto, más equilibrado.


La comunicación está cambiando; ahora podemos saber más si queremos. Tenemos nuestras vías. Y me llega un enorme desorden, un caótico desparramarse de noticias sobre el planeta, las guerras, sobre la sociedad, sobre política. Los escándalos políticos se suceden con extraña parsimonia, en un contínuo que me deja atónita. No dejo de sorprenderme cada día de las cosas que leo y escucho.

Cuanto más hablo de todo esto con la gente, más tengo la impresión de que hay una especie de desasosiego, de desánimo, en el ambiente; también lo noto en mí: es la sensación de que no podemos hacer nada, de que los cambios no están en nuestras manos. Y quizá sea cierto.
Pero quizá sólo depende de cuant@s seamos. Sólo si somos much@s podemos conseguir grandes cosas. No voy a quedarme con ganas de saberlo.

Me gustaría pensar que estas vías funcionan en algún modo, de que trabajan en su pequeña dimensión. Hay convocada una movilización a nivel mundial este 15 de Octubre, por un cambio real en como funciona el mundo, la política, la banca; en el que clamamos por un mundo más justo, con derechos para tod@s; en el que se distribuya mejor la riqueza; por un planeta más limpio y un modo de vida más sostenible y respetuoso con el medio. Porque no sean los más desfavorecidos los que tengan que pagar los dislates y desmanes de los más privilegiados, de los que siempre ganan. Porque la política descienda a nivel del suelo para escuchar a l@s ciudadan@s y l@s ciudadan@s puedan participar de una manera más abierta y directa en las decisiones que se toman para todos... puedan participar en la construcción del futuro.

Es algo como muy amplio, pero es algo real; se trata de dejarnos ver en las calles para decir que estamos ahí, que vemos cómo están haciendo y que se ha terminado su juego. Que no pensamos quedarnos de brazos cruzados mientras ellos desmantelan en su único beneficio el tejido social y natural que sustenta un mundo civilizado; que queremos una sociedad para las personas, no para ser esclavos del consumo. Que queremos que los políticos nos representen a nosotr@s, no a los especuladores financieros.

Ya se está empezando a notar. Habría que estar cieg@ para no verlo.




El 15 de Octubre yo vuelvo a salir para decir BASTA.
Para decir NO.
Para mostrar mi claro desacuerdo con cómo funcionan las cosas para la gran mayoría.
Y para que ese reclamo resuene en todo el globo.

¿Vienes?






También te animan a sumarte a la protesta, entre tant@s otr@s, estos tres grandes:


Eduard Punset






Eduardo Galeano




Javier Ruibal

No hay comentarios: