miércoles, 9 de marzo de 2011

Hugo

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Victor Hugo
siempre tiene una reflexión para regalar; con su clarividencia, su honestidad y su humanidad por delante. A veces me gusta volver a pasar por Les Miserables y recuperar alguno de sus pasajes; quería compartir estos contigo.
Por supuesto te animo a que descubras el resto de la novela.


Imagen: Walery (1875)



"La audacia: sólo a este precio se obtiene el progreso.
Todas las conquistas sublimes son más o menos el premio del atrevimiento. Para que se verifique la Revolución, no basta que la presienta Montesquieu, ni que Diderot la predique, ni que Beaumarchais la anuncie, ni que Condorcet la calcule, ni que Voltaire la prepare, ni que Rosseau la premedite; es preciso que Danton tenga audacia.
El grito “Audacia” es un fiat lux. Es necesario para que progrese el género humano, que encuentre en las cumbres de la sociedad permanentes y altivas de valor.

La temeridad deslumbra a la historia y es una gran luz para el hombre. La aurora es audaz cuando aparece. Intentar desafiar, persistir, perseverar, ser fiel a sí mismo, luchar cuerpo a cuerpo con el destino, asombrar a la catástrofe con el poco miedo que nos cause, ora haciendo frente a los poderes injustos, ora insultando la victoria llena de embriaguez, resistir y persistir: estos son los ejemplos que necesitan los pueblos; esta es la luz que los electriza. El mismo formidable relámpago enciende la antorcha de Prometeo que el botafuego de Cambronne."


11. Burlarse es reinar
Libro primero. París estudiado en su átomo.
Tercera parte: Mario.

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"La terquedad que manifiestan en perpetuarse las instituciones envejecidas, se parece a la obstinación del perfume rancio que quisiera embalsamar nuestros cabellos; a la pretensión del pescado podrido que quisiera ocupar un buen lugar en la mesa; a la persecución de las mantillas del niño que quisieran vestir al hombre; a la ternura de los cadáveres que volvieran para abrazar a los vivos.

-¡Ingratos!-dicen las mantillas-: os he protegido contra el mal tiempo. ¿Por qué no os servís de nosotras?. Vengo del mar -dice el pescado- . He sido una rosa –dice el perfume-. Os he amado –dice el cadáver-. Os he civilizado –dice el convento-.

[…]

Supersticiones, hipocresía, devoción fingida, preocupaciones; estas larvas, por más larvas que sean quieren vivir tenazmente; tienen uñas y dientes en su sombra, y es preciso destruirlas cuerpo a cuerpo, y hacerles la guerra sin tregua, porque una de las fatalidades de la humanidad es vivir condenada a la lucha eterna con fantasmas. Es muy difícil coger a la sombra por el cuello y derribarla."


3. Bajo qué condiciones puede respetarse lo pasado.
Libro septimo. Paréntesis.
Segunda parte: Cosette.


Victor Hugo
Les Miserables, 1862


Si quieres más puedes encontrar otro fragmento aquí.
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1 comentario:

Laura Garabata dijo...

Estudiando filología francesa me encontré tres maravillas: Victor Hugo, Émile Zola y Marcel Proust. Gracias por recordarme de nuevo a Hugo. Echaba en falta sus reflexiones. El párrafo de la "audacia" es maravilloso. Sólo siendo audaces podemos derribar los muros del tedio y la mediocridad... Todo un poeta, pensador, novelista cuyas reflexiones permanecen igual de vigentes hoy que en su época. ¡Audaces por siempre! ; )

Garabata