lunes, 12 de enero de 2009

Una especie sin porvenir



El genio del teatro, el inigualable Buero Vallejo... tan actual como siempre, tan sabio. Por supuesto... tan recomendable.

Este es un fragmento de Caimán (1981), muy acorde a las circunstancias que vivimos cada día; espero que te haga reflexionar:


DIONISIO: y sucederá. Es una necedad pensar que la última gran guerra ha sido precisamente la última gran guerra. Vendrá otra, y será el fin. Han puesto la riqueza mundial al servicio de los armamentos; linda tarea que cuesta un millón de dolares, ¡por minuto! ¿Imaginas lo que se podría hacer con ese dinero? Pleno empleo en el mundo entero, educación, ocio suficiente, creatividad, bienestar para todos…
Y no queremos. Somos una especie sin porvenir. Lo notas en cualquier detalle: hasta en el imbécil que toca la bocina lleno de una petulancia insultante porque el coche que va delante ha tenido que parar unos segundos.

Buero Vallejo
Caimán (1981)
Acto I

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu comentario en 40ecos. Me pasaré encantado por tu blog de vez en cuando. Feliz 2009 desde Barcelona.

Benito P.M. dijo...

Amada amiga, no habrá final, nunca lo hay, aunque caigan las fronteras, aunque desaparezcan los humanos de la tierra, nada se destruye, solo se transforma, sin embargo hay miles de leones blancos socavando los podridos cimientos de un sistema que solo respira con oxigeno artificial. NO decaigas, porque verás amaneceres nunca soñados aun tras alguna delirante pesadilla. Con amor. Bendito

Carlos Bort Misol dijo...

Kayele, yo también admiro a Buero, pero creo que la próxima guerra no "será" convencional. Ya está siendo, y esa guerra está en casa, en nuestras contradicciones. En dar la razón a los palestinos sabiendo que, de estar nosotros en la piel de los israelíes, nos comportaríamos exactamente como ellos. En haber abrazado el capitalismo sin quitarnos la chapita progre de la solapa. La guerra es dentro de cada cuerpo y de cada mente. Y pobre de quien no viva esa guerra y se crea en posesión de la verdad.

Creo que le han puesto algo al café que me ha sentado mal.

Un abrazo. Carlos.

Kayele dijo...

Gracias por ese soplo de esperanza, bendito Benito, amigo amado.

Carlos, esa guerra interior la vivo cada día, porque estoy decidida a ello aunque me reste comodidades, aunque me quite tranquilidad... aunque sea con pequeños gestos.

Estuve en Israel el año pasado, con gente de allí, suficiente tiempo, y me pareció que hay algo que me diferencia tajantemente de ell@s... por pertenecer a un credo concreto no creo estar por encima del bien y del mal, por encima del resto de seres humanos; esto es muy evidente... y se respira en el aire. Son seguidores de un Dios cruel y vengativo, que asesina y castiga a voluntad... y se creen realmente en su derecho a hacer lo que hacen (estoy generalizando, asumo ese error, pero no encontré una excepción real).
También hablé con palestinos de Belén... que diferencia...

Esa experiencia y mi tozuda manía de ponerme del lado de los débiles, de los pequeños... de los masacrados... hace que abrace la causa palestina... hasta nueva orden.

Malditos sean estos davides convertidos en Goliat... maldita su manía persecutoria... victimistas... el pueblo más insolidario, incívico y paranoide con el que he dado en topar; genocidas... el pueblo con peor memoria.

[Por cierto, nosotros también tenemos una experiencia de terrorismo, y a nadie se le ocurriría segregar a todos los vascos con un vergonzoso muro, ni entrar con el ejército en Euskadi hasta matar todo bicho viviente, arrasar cada edificio... Saben perfectamente lo que están haciendo... no tienen más objetivo que la supremacía y la ocupación]

Como me enrollo... ;-)

Susu dijo...

Una amiga mía, también geóloga, suele decir cada vez que acabamos una conversación sobre el mundo actual: "merecemos extinguirnos".

Me adhiero completamente a esta frase y a la frase de Buero Vallejo.

Milton Malone dijo...

[Por cierto, nosotros también tenemos una experiencia de terrorismo, y a nadie se le ocurriría segregar a todos los vascos con un vergonzoso muro, ni entrar con el ejército en Euskadi hasta matar todo bicho viviente, arrasar cada edificio... Saben perfectamente lo que están haciendo... no tienen más objetivo que la supremacía y la ocupación]

No creas... que yo he leído a gente que abogaba por la invasión del País Vasco para acabar con ETA, y no al principio de nuestra democracia, sino con ocasión de la famosa "tregua".

Ayer un economista decía en El País que le parecía vergonzoso que hace 200 años hubiera apenas 100 fronteras (claro que eso era en parte por el colonialismo), ahora haya más de 600 y haya gente que siga queriendo formar más...

Algún día tendré que poner una frase de El mundo perdido, de Michael Chrichton, que decía algo parecido, pero eso sí, de un modo mucho más friki ;)

Muxus.