Guitarra, flauta travesera, el irresistible bodhran y, sobresaliendo, el whistle irlandés: Brian Finnegan es capaz de darle a esta pequeña flauta de metal una increible variedad de matices: a veces pareciera que está hablando más que soplando, a veces pareciera un extraño pájaro; nunca he escuchado nada semejante.
Me encanta Flook.
Música: Nightride to Armagh (Flook - Custom House Square, Belfast 2010)
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