jueves, 7 de abril de 2011

Primavera nuclear (II)

.

Imagen: Plancton



Un nuevo terremoto de intensidad 7.4 en la escala de Richter azota Japón, en la misma región próxima a Fukushima; lugar donde se ubica la misma central nuclear que está vertiendo toneladas de agua altamente radiactiva al océano.

Toneladas de agua radiactiva al océano…

El plutonio, tiene sus isótopos radiactivos, Plutonio 238, 239 y 240, como los que se estan vertiendo al Pacífico (que por otro lado ya no resulta tan pacífico); por ejemplo, el Plutonio 239 tiene una vida media de 24.400 años. El yodo 131, con una relativa vida corta de 8 días, y el Cesio 132, con una vida media de 30 años, se encuentran en las zonas marinas cercanas a la central en niveles de 5 y 1 millón de veces, respectivamente, por encima de lo considerado inocuo.

No se descarta una explosión en la central de Fukushima que pudiera producirse por acumulación de hidrógeno en los reactores… es por ello que están inyectándoles nitrógeno.



(Estupor).



Somos testigos de un cambio climático producto de la intensificación del efecto invernadero, causado por las masivas emisiones a la atmósfera en nuestro (ab)uso de los combustibles fósiles.



Aumenta la frecuencia de alergias y enfermedades relacionadas con los tóxicos que inhalamos e ingerimos a diario.



Tengo la sensación de que vivimos en conflicto con nuestras fuentes de energía, en conflicto con nuestras necesidades energéticas, delirantemente excesivas.



Se lidian innumerables guerras en el mundo, con el obvio interés por las fuentes de energía; como es el caso del petróleo de Libia. Sólo imaginar que en el futuro estas confrontaciones pueden venir originadas por la lucha por el agua potable o los alimentos libres de toxinas…



Futuro… qué palabra, ¿no?. Cuánta profundidad encierra, cuanta incertidumbre, cuanto desasosiego.



Este verano me bañaré en un mar con plancton multicolor.

.

No hay comentarios: