Miles
de diminutos reflejos
de
trigo maduro
que
ondean con el movimiento;
así pinta tu pelo:
así pinta tu pelo:
lacio
y fino
y fino
y suave;
dorado.
Y
lo embarullo con los dedos,
lo
anudo, lo huelo...
¡Hum!
Me
traes los campos
de cereal y girasoles.
Harina,
cerveza y pasteles.
¡Hum!
Me
da hambre de ti tu pelo:
comerte los ojos
como dos cerezas,
pan
de avellanas,
dulce de leche...
Kayele
(Las Especies)
Música: Kalimankou Denkou (Le Mystere des Voix Bulgares - 1975)
Verte así... tan cerca…
tu rostro niño
atónito, paralizado,
fosilizado en edades
de hielo,
tu extática mirada
y el son de tu tacto
eléctrico.
Me armo de cordura;
visto
de antifaz;
miento.
Oculto esta sangre
irrefrenable
y... mis días se
llenan
de un latido orgánico
y pueril,
y no quiero
razonar ya nada.
Que nada importe.
Tú y yo en la nada.
Sobre notas largas
sin afinar,
sin acordes.
Kayele
(Las Especies)
No
preguntes dónde iremos;
reserva
una hora sin dudas
para
aparcar bajo la luna roja...
rondando
la cintura
de la
montaña.
Kayele
(Las Especies)
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