Fotografía: Ramón López
Desde la lejanía me replanteo las cosas de otra manera… las
cosas que pasan en mi país. Desde la lejanía se ve todo como envuelto en una
especie de halo de ensueño. Cuando acercas un poco el foco es como una
pesadilla, tanto… que te cuesta creer… creer que esté ocurriendo de verdad.
Ya lo están consiguiendo, su objetivo (el objetivo de los de
arriba, los malos, los chupópteros, los aniquiladores, los asesinos de masas):
desmantelar el “estado de bienestar” en aras de un sistema salvaje del “sálvese
quien pueda, sálvese el más pirata, sálvese el más canalla… sálvese y gloria
por siempre al que no sufre de escrúpulos”. Lo han hecho con la educación, con
la sanidad, con la investigación, las pensiones, el empleo, la cultura, la
vivienda… la justicia… la economía… en fin… se lo han tragado todo, aún están
masticando… aún están disfrutando el sustancioso banquete, rifándose los
servicios públicos… en un tiempo record…
Han dado un auténtico golpe de estado… los de siempre: los
piratas, los sinvergüenzas, los canallas… los que no tienen escrúpulos ni
padecen de fantasmas. Los nuestros, autóctonos de distintas especies: los más
visibles, los que se esconden tras un monitor y los que nunca han dado ni darán
la cara… los espabilados del “yo no vi nada, yo no sabía nada”, los del “como Dios manda” y los de la virgen
del Rocío (rediós, que panda de catetos). Pero también los que vienen de fuera
marcando las pautas, llenando el bolsillo, escondidos en sus despachos…
viviendo en una perversa burbuja… aniquiladores, truhanes, asesinos de masas.
La democracia ha pasado a la historia, que se lo digan a los
griegos. Ahora es un término que lo justifica todo, que viene a maquillar la
absoluta estulticia y desmedida ambición de que los que dirigen nuestro
devenir; el tuyo y el mío. Democracia porque se supone que gobierna el pueblo,
cuando al pueblo ni se le atiende, ni se le respeta, ni se le escucha. Bendita
palabra que viene a justificarlo todo… Rouco Varela, ese ser diabólico, estará
encantado… Pero es que hay votantes por
ahí muy cerriles, y muy obcecados.
Viendo cómo se están poniendo las cosas en España (y viendo
cómo están en Grecia)… creo que nunca voy a poder volver… que incluso aún me
tengo que ir más lejos.
Es lamentable… nos van a dejar un país de poltrona, a la
justa medida de catetos, estultos, ganapanes, curillas y ladrones… en la
profunda idiocia…
Qué bochorno, virgen santísima… qué país…
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