Esclava del prejuicio
quiere ser libre
y crecer
en la solana de la ciudad,
escondida en mi terraza.
Porque su vida está prohibida
yo quiero libertarla
y que su aroma afrutado
ocupe toda la casa
y que su sombra picuda
se dibuje a media tarde en el salón.
Su nombre está escrito
en las listas cristianas de la censura,
y en las tablas de la ley;
esa justicia añeja y leprosa,
decrépita,
que medra con la incomprensión.
Y un espacio de tierra
para ellas,
y un espacio aéreo de luz
para su hoja verde y fresca.
Un tiempo de paz para mí,
para cuidarte.
Sin permiso del mundo,
para fumarte;
y colgarme de los anillos de humo,
porque sí,
por placer.
Porque liberándote
a ti
a veces escapo yo,
porque he aprendido sola
que eres sana,
que todo en ti
me parece bueno,
no quiero esclavizarte.
Kayele
(Equilibrista en la Sombra, III)
Música: María, la Rumbera (Asurancethurix Park - Tiempo al Tiempo, 2008)
Sí, sí, sí, esta historia te la voy contar;
sí, sí, sí,
es la historia de una planta más,
porque es esclava
yo la quiero liberar;
ayúdame tú
a darle espacio pa´ respirar.
Y digo no, no, no,está prohibida, no la voy cortar,
no, no, no,
no es tan mala,te puedo demostrar
que cura el alma,el cuerpo y todo lo demás;
ayúdame túa darle sitio en esta ciudad.
Ayúdame tú,toma esta rumba, báilatela.
Está su nombre escrito
en las listas negras de la justicia,
en las tablas viejas
de la censura y la incomprensión.
Yo quiero liberarla
y que con su aroma ocupe la casa,
crezca en la terraza
o a la solana de mi salón.
Y un espacio de tierra
para crecer un espacio de aire,
paz para saber
que quiero cuidarte y nada más.
Pa´ fumarte,
pa´ liberarte,
colgar del humo un solo estandarte,
el de tu hoja fresca
el de esa flor llena de aceite y sol.
Kayele
No hay comentarios:
Publicar un comentario