miércoles, 7 de octubre de 2009

España y la ciencia minimalista

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La ciencia en España va de maravilla; bueno, eso dice la ministra Garmendia, esa mujer que comenzó haciendo la tesis con la gran Margarita Salas para acabar nada menos que dirigiendo un ministerio. Tanto tiempo ha pasado que se le ha olvidado lo que es el rigor científico, y se da palmaditas en la espalda a sí misma mientras afirma que España es una potencia científica mundial, basándose en una mala interpretación de las estadísticas.

"Ministra de Ciencia: España es ya un país de ciencia, que genera el 3% de la ciencia mundial, situándose como novena potencia mundial"

Señora Garmendia, la ciencia en España es la que se produce en España, no la que producen españoles en otros países, personas que han tenido que exiliarse porque la precariedad laboral es insostenible.

El gobierno se jacta de lo bien que va la ciencia, pero la verdad del asunto es que sólo está empezando a arrancar, gracias a un aumento en la inversión que ahora se va a quedar en agua de borrajas.
El investigador español después de pasar más años que ningún europeo para obtener una licenciatura, tras pasar más años también (y en peores condiciones) para obtener un doctorado… no tiene trabajo en su país. Esa es la realidad de la ciencia en España. Y hay otra realidad, se mantienen los gastos en material (lo que denominan inversión) y se reduce el de personal (lo que se cataloga como gasto); conclusión: un montón de gente sobradamente formada que tiene que trabajar gratis porque el dinero para contratos nunca llega, o que se tiene que marchar a otros países con la sólida convicción de que no va a volver, porque volver no merece la pena.

Mire, señora Garmendia, deje de tomarnos el pelo y póngase manos a la obra, trabaje por la ciencia y los científicos, que al fin y al cabo representan buena parte del futuro, y no por el engaño y la tergiversación… de esto ya les sobra a los políticos de este país.




Agradezco la iniciativa de esta movilización bloguera a La Aldea Irreductible, un blog de Javi Peláez. Al menos no nos quedemos callad@s.